CENTRAL TÉRMICA NO NUCLEAR
En una central térmica no nuclear se transforma la energía química contenida en combustibles, en energía térmica y posteriormente en eléctrica. En estas centrales existe una caldera en la cual se produce vapor de agua gracias a la combustión del petróleo (fuel), de gas natural o de carbón. El vapor de agua a alta presión, al igual que en una central nuclear, se emplea para producir la energía mecánica necesaria para mover las turbinas que están conectadas al rotor del generador y de esta forma producir electricidad. |
Si bien las centrales térmicas convencionales son las que producen la mayor parte de la electricidad que consumimos, también plantean problemas y riesgos medioambientales ineludibles, de los cuales el más importante es el problema de los residuos.
Las centrales térmicas no nucleares producen tres tipos de residuos, cada uno de los cuales da lugar a un problema medioambiental diferente:
- En primer lugar, contribuyen a la contaminación atmosférica, al generar partículas en suspensión, moléculas de metales pesados y diversos gases, como el monóxido de carbono.
- Además, desprenden grandes cantidades de CO2, lo que incrementa el llamado efecto invernadero, con graves consecuencias climáticas difíciles de prever.
- Por último, las centrales térmicas emiten óxidos de azufre y de nitrógeno, gases causantes de la lluvia ácida, que puede resultar devastadora para bosques, aguas de ríos y lagos, monumentos…